La leyenda de la flor del ilolay

Nuestro nombre se inspira en la leyenda de la flor del ilolay. Una leyenda originaria del norte de nuestro país donde una flor milagrosa transforma la naturaleza en salud.



Cuenta la historia de un rey que tenía tres hijos, había perdido la vista y se encontraba muy enfermo. Para recuperarse, un sabio le dijo que tenía que encontrar la flor del ilolay, una flor tan difícil de encontrar que sólo los puros de corazón, y buscando el bienestar de los demás podían hallarla. Los tres hijos del rey emprendieron su búsqueda, los dos hijos mayores se rindieron en el camino, pero el menor, decidido en conseguir la flor para curar a su padre, hizo todo lo posible para encontrarla. Hasta recurrió a La Madre Tierra, quien viendo la bondad del joven, intervino en su búsqueda y lo guió hasta la flor. Cuando este regresaba al reino con la flor milagrosa, sus hermanos celosos por la situación decidieron robársela, le prohibieron volver al reino y le dijeron a su padre que había muerto.

Pero como la verdad, la resiliencia, el esfuerzo, y la esperanza siempre prevalecen, el hijo menor halló su camino de regreso, y encontrando a su padre en perfecta salud, decidió perdonar a sus hermanos. Tiempo después heredó la corona y su familia y su reino vivieron para siempre en paz y en abundancia.

Desde hace más de 95 años en ilolay seguimos inspirados por esta leyenda que nos dio origen, transformando la naturaleza más rica en productos lácteos ricos y nutritivos para alimentar cada día los sueños de las familias argentinas.

Esta leyenda también es conocida como «la flor del lirolay» «La flor del lirolá» , «la flor del lilolá» o «La flor de la Deidad» en las distintas regiones de Argentina.